Campiña Sur de Bujalance. Sendero de las Avutardas

Enviado por fernando el Vie, 23/11/2007 - 00:24.

 

Inicio: Bujalance (calle Pozonuevo). 

Final: Cortijo de Rivilla Baja. (Carretera C.P. 262). 

Localización: Campiña al sur de Bujalance. Accedemos al municipio de Bujalance desde la autovía Madrid-Cádiz, desviándonos a la altura de El Carpio, Pedro Abad, Montoro o Villa del Río. 

Distancia aproximada: 10 Km. 

Puntos de avituallamiento: Municipio de Bujalance. 

Clasificación: Ideal para hacer a pie, así como a caballo o en bicicleta de montaña por la calidad del firme y la ausencia de piedras.

 

Este camino parte de la ronda sur de Bujalance justo al final de la calle Pozonuevo. Ya desde el principio de la ruta nos vemos inmersos en un ondulado mar de olivares, típico de esta rica zona de la campiña cordobesa. 

Cuando hemos andado sólo 400 m. podemos ver a la derecha la antigua fuente de El Pilar donde según algunos estudios sobre la historia de la zona desembocaba un acueducto romano. Prueba del origen romano de este punto es la soberbia calzada romana que podemos observar apartándose de nuestro camino para dirigirse hasta la base misma de la fuente. Desde este punto podemos ver también a la derecha un pequeño olivar, más joven que los circundantes; este enclave recibe el nombre de Piedra del Gallo y según cuenta la tradición, aquí se halló una losa, debajo de la cual desembocaba un pasadizo que se comunicaba con el castillo alcazaba de Bujalance (a casi 1 km. de distancia). Según cuentan personas mayores de nuestro pueblo, durante la guerra civil parte de este pasadizo estuvo practicable. En toda la zona se encuentran numerosos restos de época romana. 

Continuando por el sendero, a unos 500 metros encontramos una vaquería tradicional y una huerta, nuestra ruta continúa entre la huerta y el olivar hasta cruzar la antigua carretera de Córdoba y tomar justo al frente. 

Desde aquí continuamos rodeados de olivares, algunos de ellos de época musulmana con impresionantes troncos retorcidos por los siglos, hasta llegar a un cruce de caminos a unos 3 kms. En este cruce deberemos seguir al frente, pues a la derecha dejamos los caminos que conducen a los cortijos de Lorilla, con abundantes villares romanos en sus alrededores y El Dean, uno de los pocos cortijos de la zona que continúa habitado en la actualidad y a la izquierda, los que conducen al cortijo de Rejuelas en la carretera de Castro del Río y a la misma carretera el otro. 

Los cortijos abandonados siguen siendo habitados por unos huéspedes algo especiales, la lechuza común, dama blanca de la noche, aprovecha las hendiduras y huecos para instalarse, y librar al hombre de multitud de roedores (ratas, ratones y topillos). 

Continuando de frente pronto entraremos en el límite entre olivares y “tierras calmas”, como se llama a la parte dedicada al cultivo de secano, alternando anualmente entre trigo y girasol. 

Esta zona de contacto es un ecotono privilegiado para la avifauna cordobesa, aquí podemos observar el principal núcleo de avutardas de Córdoba con una población de menos de cien ejemplares que se debate al borde de la extinción en nuestra zona. Sin duda es un espectáculo majestuoso contemplar al macho de esta especie, de casi un metro de altura, realizando “la rueda” dentro de su cortejo nupcial. En Primavera al caminante podrá parecerle una fuente de espuma palpitante entre el verde de los trigales. 

Nuestro recorrido termina al llegar a la carretera secundaria que comunica El Carpio con la carretera de Castro del Río, frente al cortijo de Rivilla Baja, teniendo desde aquí, El Carpio a unos 12 kilómetros y Bujalance a unos 10 por la carretera A-309. 

 

Ruta facilitada por la Mancomunidad de Municipios del Alto Guadalquivir