Colada del Arenosillo
Inicio: A todo lo largo del arroyo del Arenosillo discurre una vía pecuaria denominada Colada del Arenosillo, que constituye una buena opción para realizar rutas de senderismo por la Sierra de Montoro. Proponemos un tramo que además presenta el aliciente de conservar algunos restos arquitectónicos interesantes. Comienza el recorrido entre los kilómetros 6 y 7 de la carretera antigua de Montoro a Cardeña (carretera local CO-510). En el camino que se inicia a mano izquierda.
Final: Carretera CO-414 entre Montoro y Adamuz cerca del punto kilométrico 12 en el puente sobre el río Arenoso.
Localización: Término municipal de Montoro. Para llegar al Inicio de la ruta partiendo de Montoro tomamos la N-420 en dirección a Cardeña. A los siete kilómetros aproximadamente encontramos una bifurcación. Tomaremos la vía de la izquierda que corresponde a la CO-510. Tras recorrer dos kilómetros aproximadamente se inicia a mano izquierda el camino de tierra por el que discurre la ruta.
Distancia aproximada: Sobre el plano, este recorrido no llega a ocho kilómetros, pero las continuas subidas y bajadas, los rodeos que a veces hay que dar y el abrupto relieve sobre el que se asienta el sendero hará que nos ocupe más tiempo del previsto recorrer.
Puntos de avituallamiento: Habremos de abastecernos en la localidad de Montoro o algunos de los mesones que encontraremos desde esta localidad hasta el Inicio de la ruta.
Clasificación: Es una ruta muy apropiada para realizarla a pie (senderismo) pues discurre por coladas y veredas estrechas junto a los arroyos, que habremos de cruzar.
Nada más iniciar el trayecto encontramos un enorme caserío, El Corregidor, construido en piedra molinaza de color rojo, muy frecuente en la mayoría de los cortijos de la zona. Rodeando este impresionante palacio por el lado izquierdo daremos con un bonito camino empedrado que baja por una vaguada hasta el arroyo Arenosillo, donde encontramos un antiguo puente de piedra con cuatro ojos.
Estamos en uno de los caminos históricos que atravesaban el término de Montoro, el Cordel Real de Villanueva. Desgraciadamente, una carretera y una cerca levantada al otro lado, cortan la ruta mesteña, dejando al puente falto de sentido. Cruzando el puente conectamos con la Colada del Arenosillo, que seguimos aguas abajo por la margen derecha hasta los baños del mismo nombre. La vegetación del arroyo se compone de tamujares con adelfas y tarajes, sobre los que sobresalen algunos fresnos aislados.
Entre el follaje se escucha el canto de oropéndolas y ruiseñores. Y en los olivares cercanos abundan las tórtolas, perdices, palomas torcaces, abubillas, rabilargos, urracas, cucos y alcaudones. En primavera y verano no es difícil observar la silueta del águila calzada recortada en el cielo.
Después de visitar los Baños del Arenosillo (balneario construido en el siglo XIX en la laguna que se formaba en la falda del cerro del Cañahejal y cuyas aguas tenían propiedades curativas que permitían aliviar enfermedades) debemos cruzar al otro lado del arroyo para continuar por su margen izquierda. A partir de aquí el cauce se encajona y el sendero, marcado por el trasiego de los rebaños de ovejas, se aparta del arroyo de vez en cuando para sortear los tramos más angostos, ofreciendo bellas panorámicas del estrecho valle que forma este curso de agua. Finalmente, el arroyo desemboca en el río Arenoso, más encajonado si cabe que el primero.
Un poco más adelante encontraremos un hermoso puente de un arco, construido por disposición del Ayuntamiento de Montoro en 1845, en el camino que dicen de las Tralluelas, o vereda de la Viñuela, situada aproximadamente sobre un camino romano, la vía Epora-Solia, que un poco más adelante, en Las Casillas, aún conserva un tramo de calzada de unos kilómetros en perfecto estado. Si continuamos un kilómetro más, llegaremos a la carretera de Adamuz a Montoro donde se encuentra el final de la ruta.
Ruta facilitada por la Mancomunidad de Municipios del Alto Guadalquivir