Isla Cristina - Via Verde
Acceso: Puerto Pesquero de Isla Cristina, a la altura de la fábrica de hielos.
Características del recorrido: Este recorrido se realiza por distintos tipos de firme: Acerado, hormigón y albero.
Esta es una senda que nos permite descubrir la forma de vida que dio origen a la población de Isla Cristina, además de disfrutar de un entorno lleno de variabilidad, encanto y biodiversidad.
Comenzamos en el puerto pesquero entre redes y barcos con un olor penetrante a mar y a pescado. Escuchar entre los rederos, realizando su trabajo sentados en el muelle, expresiones como "jala de aquí", "desenmalla el albur" nos acercarán a la cultura de la gente de la mar.
Entre las embarcaciones que están atracadas en el muelle o las boyas encontramos: arrastreros (con las puertas de arrastre en la popa), cerqueros (con la polea en la cubierta y el bote amarrado a la popa) algún trasmallero (con redes y banderines a bordo) y gran cantidad de pequeños botes y pateras con motores fuera borda para diversas tareas.Desde el muelle, con la fábrica de hielo a nuestra espalda, vemos al fondo cómo se ha evolucionado de la tradicional carpintería de ribera (construcción de barcos de madera) a una novedosa fabricación de barcos de poliester.
Comenzamos a caminar hacia el puente que cruza la ría Carreras en dirección al Paraje Natural "Marismas de Isla Cristina" (2.145 has.), utilizando el carril peatonal que comienza al final del puente y que seguiremos por el arcén izquierdo.
La primera parte de la marisma (a ambos lados de la carretera) la encontramos transformada por la acción del hombre, en búsqueda, de un recurso ancestral: LA SAL
Esta actividad minera la aprendimos de pueblos invasores como fueron los fenicios y romanos. Desde entonces y hasta nuestros dias estas explotaciones salineras no han experimentado muchos cambios esenciales, es decir, que el sistema de evaporación básicamente es el mismo, cambiando tan solo algunos utensilios sobre todo en lo que a transporte se refiere.
Como podemos observar las salinas se han construido mediante muros y compuertas sobre la propia marisma dividiéndose en diversas partes: estanque o reservorio de agua, calentadores, cristalizadores...
Las salinas son un lugar idóneo para contemplar (según la época del año) un gran número y variedad de aves que aprovechan su enorme productividad. Entre las más frecuentes y abundantes se encuentran: la cigüeña común Ciconia ciconia, el flamenco rosa Phoenicopterus ruber, el archíbebe común Tringa totanus, la cigüeñela Himantopus himantopus y algunas gaviotas como la argéntea Larus argentatus o la gaviota cabecinegra Larus melanocephalus, etc.
Avanzando en el recorrido llegamos hasta una zona donde se encuentra instalada una empresa de cultivos marinos dedicada a la producción de alevines de doradas principalmente. Justo frente, podemos curiosear cómo se despieza y prepara el atún de almadraba, en una empresa salazonera.
Revasada la empresa de cultivos marinos, comenzamos a caminar por la propia marisma (marisma desecada) hasta alcanzar la vía verde, dejando a nuestra izquierda el simbólico edificio rojo de Renfe, ahora ocupado por el Centro Reto.
Caminando por la vía verde nos encontramos con cierta variedad de vegetación característica del bosque mediterráneo, hasta llegar a la altura del edificio del antiguo molino de mareas que alberga el Centro de Interpretación "El Hombre y la Marisma". En el interior de este edificio podemos encontrar una información muy interesante sobre el entorno de la senda que estamos realizando y una maqueta representativa del funcionamiento del molino de mareas.
Continuando el recorrido que haremos por la vía verde, nos vamos a encontrar aspectos muy diversos y contrapuestos, como son la actividad marisquera en la marisma y las explotaciones agrícolas bajo invernadero (transformando la marisma natural). El complejo marismeño que podemos ver a nuestra izquierda nos ofrece un conjunto de visiones y características enormemente ilustrativas.
Ver cómo la vegetación se ha adaptado perfectamente a un ambiente altamente salino y con muchísimas horas de insolación a través de sistemas que en algunos casos son muy complejos.
Entre estas plantas podemos observar: algunas variedades de almajos Salicornia sp., espartina Spartina marítima la verdolaga marina Halimione portulacoides, los limonios ümonium sp. o el brezo de mar Frankenia laevis. V por otro lado obsevar cómo las aves se alimentan de un elevado número de animales (gusanos, peces, crustáceos) que habitan o se refugian en la marisma para reproducirse.
Posiblemente, podamos ver una patera sobre el zapal esperando a algún mariscador para ir a calar las redes o nasas, o simplemente pasar de un estero a otro para coger bocas (cangrejos) o almejas.
Otra señal de la existencia del ferrocarril por este entorno es la caldera que podemos ver en la vía una vez rebasado el Molino de Mareas, donde los trenes a vapor repostaban a lo largo de su camino.
A unos 100 metros de la caldera, y antes de regresar, os invito a subir a lo alto del cantil (el alto de Don Gaspar) y recrearos de una vista panorámica del complejo marismeño que seguro os va a encantar.
En el recorrido de regreso sugerimos una variante', el camino paralelo a la vía verde (ojo mucha precaución carril de coches) que lo encontraremos girando a la derecha una vez pasado el Molino de tareas: y al salir a la carretera por el arcén contrario al que hemos traído.
http://www.lepe.es - http://www.islantilla.es/
Más rutas en Islantilla