Pinar de la Algaida

Recorrido: Pinar de la Algaida

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo circulardificultad altaruta a  pie posibleruta en bici no posibleruta en coche no posible
5,6 kilometros3,5 horas0CircularAltaSiNoNo

Plano de rutaEl recorrido que se plantea por el pinar se inicia justo a la entrada del mismo, junto al aparcamiento, desde el que sale un sendero que se dirige hacia el observatorio de la laguna del tarelo.

A pesar de este origen esta laguna se ha convertido en un refugio ideal para muchas aves acuáticas propias de esta zona, algunas de las cuales se encuentran en peligro de extinción. No es raro ver en esta laguna malvasías cabeciblancas, porrones pardos o somormujos lavancos junto a los habituales zampullines y fochas. Por las tardes se desarrolla un bello espectáculo con la llegada de cientos de garcetas, garcillas, garzas y martinetes que acuden a los álamos de la ribera en busca de refugio para pasar la noche. Para disfrutar adecuadamente de este bello panorama es muy importante mantener y respetar la tranquilidad de fa fauna con lo que será mucho más fácil poder observarla.

Tras esta interesante parada, se cogerá el carril que sale justo a la derecha del observatorio (situándote frente al mismo). Este carril que discurre entre grandes pinos y matorral propio del monte mediterráneo como el espino negro, el lentisco, el labiérnago, la sabina y algunos palmitos. Además puedes observar algunas parcelas agrícolas de cultivos intensivos que rodean la laguna y en ]a que se pueden encontrar diversos cultivos como la patata, zanahorias, u otras hortalizas. El carril continúa hacia dos chozas marisrneñas construidas con materiales propios de le zona, tales como los troncos de pinos para levantar la estructura o la espartina que los lugareños conocen como "barrón" que sirve de cubierta dadas sus características aislantes e impermeables y al tiempo que resiste sin pudrirse. Para que todas estas características puedan ofrecer su máximo rendimiento es necesario dotar a la cubierta de una gran pendiente que impida la acumulación de agua y facilite el desagüe rápido.

Continuando el carril por una zona donde los pinos son notablemente mas pequeños, al tratarse de una repoblación realizada en la última década. Estas labores se realizan de una forma constante y ordenada para mantener la regeneración del pinar y evitar su envejecimiento a la vez que se obtiene un recurso del mismo. Además de la madera, del pinar se obtiene también el piñón muy utilizado en repostería y carbón vegetal que luego se utiliza en las tradicionales barbacoas.

A esta altura la franja de pinos que separa el carril de la marisma es muy estrecha, justo a unos dos kilómetros del inicio, aparece un pequeño carril a ]a izquierda, por el que te puedes acercar hasta "la vera" que es la zona en la que se juntan las arenas del pinar con las arcillas de la marisma. Esta pequeña franja mantiene generalmente el agua subterránea muy cerca de la superficie favoreciendo la existencia de plantas mas necesitadas de humedad, como el taraje, el lentisco o el mirto. Desde aquí se obtiene una amplia visión de ]a marisma de almajos y sobre todo las grandes acumulaciones de sal obtenidas de las saunas situadas en fa franja paralela al río Guadalquivir que puedes divisar desde este punto.

Volviendo nuevamente al carril, se continúa por el mismo en dirección al "Navacete de las Chumberas". Para llegar el carril se interna nuevamente en una zona de pinos más viejos entre los que existe un matorral poco denso donde destacan los jaguarzos, en las zonas mis altas y alejadas del agua subterránea, dando un colorido verde plateado al entorno. Unos cuatrocientos metros después se inicia un suave descenso en el que en pocos metros la vegetación cambia, apareciendo el mirto -planta que según cuenta la mitología griega sirvió a Venus para tapar su desnudez tras nacer de la concha-, el torvisco cuyo nombre científico Daphne, hace referencia también a la diosa griega del mismo nombre a la que Zeus convirtió en planta y que tradicionalmente ha sido utilizada por la gente de Doñana como antiparasitario para el ganado o como método de pesca. Además aparece el junco, la olivilla y otras especies propias de zonas bajas cercanas al agua subterránea. Dentro del lecho del navazo apenas aparecen árboles y el color de la vegetación de un verde más oscuro y frondoso marca los límites de la laguna en periodos secos y otorga a estos lugares su denominación de monte negro. En esta zona se han realizado algunas repoblaciones con árboles de ribera, tales como los álamos y alcornoques.

pinarA partir de aquí el carril se interna en un tramo por el lecho del navazo y posteriormente discurre por una zona donde se hace muy patente el origen de este territorio, ya que se pueden observar fácilmente las ondulaciones que forma el terreno. Estas ondulaciones son fruto de antiguas dunas móviles formadas por las acumulaciones de arenas depositadas por el río en época romana y empujadas por el viento. En este tramo el monte blanco y el negro se van alternando en las zonas altas y bajas respectivamente, y si prestas atención a tus sentidos captarás en el ambiente un agradable olor a romero, muy abundante en este tramo del recorrido.

Algo más adelante, a la izquierda del sendero aparece una zona sin árboles, algo degradada. Esta degradación es consecuencia de un incendio que arrasó la zona hace pocos años, acabando en pocas horas con árboles que tardaron más de 60 años en crecer. Es importante que se preste la mayor atención a nuestro comportamiento en el bosque y pensar las graves consecuencias de actuaciones irresponsables.

Cuando se haya recorrido unos tres kilómetros y medio a la derecha aparece una duna algo más elevada a la que se llama el "Cerro del Águila" dado que durante años anidó allí una pareja de águilas culebreras. En todas estas dunas aparecen sabinas que poco a poco van ocupando casi todo el bosque, ya que es quizás la planta más adaptada a este ambiente de las que existen en el pinar.

A unos 400 metros aparece un cruce en el que se debe girar a la izquierda hasta que se encuentra una loma alta, a la derecha, desde la que se tiene una magnífica vista del Parque Nacional de Doñana. Se debe subir esta loma y continuar el sendero por encima de la misma hasta conectar con el carril desde el que se inició e itinerario.

Fuente: Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía 

La dificultad de esta ruta

La dificultad de esta ruta es un error la dificultad correcta es baja.

Gracia