Ruta de los Bandoleros

Recorrido: Setenil de las Bodegas (Cadiz) a Acinipo (Malaga)

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo linealdificultad mediaruta a  pie posibleruta en bici posibleruta en coche no posible
11 kilometros 3 hmax.906mt. min.553mtLinealMediaSiSiNo
RUTA DE LOS BANDOLEROS

Es una ruta fácil y divertida, ideal para ir tanto en bicicleta como andando, con algunas pendientes pronunciadas y un paisaje variado y ameno. Cualquier época es buena, aunque no recomendamos hacerla con escesivo calor. En invierno podemos encontrar barro y algún arroyo crecido que tengamos que vadear, pero por lo demás es una ruta accesible y de baja dificultad.

RUTA DE LOS BANDOLEROS

RUTA DE LOS BANDOLEROS
Lo normal es salir desde el colegio El Almendral, en una desviación señalizada a la salida del pueblo dirección Ronda, cogiendo automáticamente una pista donde empezamos la caminata.

A mí me gusta salir desde el puente nuevo que está sobre el Río Guadalporcún, paralelo al conocido popularmente como "Puente Zamudio", al estar junto al bar del mismo nombre. Enlazamos un puente con otro para pasar a la otra orilla y comenzamos la subida por una vereda hacia la "Coronilla". Desde aquí, las vistas tanto del río como del pueblo son espectaculares, pudiendo divisarse incluso Olvera, pero es preferible no coger este atajo si no conoces la zona.
Ambas salidas confluyen en la subida a "Los Montecillos", una pista de unos 4 Km entre olivares. Es normal, si hacemos este camino durante los meses de Diciembre y Enero, ver a los olivaleros cogiendo la aceituna. Al tratarse de olivos viejos, la mecanización es escasa y estas faenas se realizan de forma tradicional. Por estas mismas fechas, los fines de semana, es común oir los disparos lejanos de los cazadores, aunque en ningun momento invadirán las zonas destinadas al tránsito de vehículos y personas.El camino discurre entre olivos hasta llegar a un Cortijo tras una pronunciada curva. Es interesante echarle un vistazo a esta antigua construcción, aun hoy en activo y rodeada de eucaliptos donde destaca uno cuya forma se diferencia de la de sus hermanos, pareciendo desde lejos un árbol de porte más noble.Seguimos el camino que marca la señalización, viendo como el paisaje comienza a cambiar. Ahora caminamos a lo largo de las márgenes del Río Guadalporcún, y la vegetación se hace más variada. Andamos aquí entre zarzas y especies de ribera, como los chopos, que dan frescura y color al paisaje. Más arriba las encinas y otras especies de quercus, se hacen dueñas del lugar. Si no hace mucho que ha llovido, puede ser que en este tramo tengamos que vadear el río si viene crecido, pero nada del otro mundo. LLegamos pués al Cortijo de Calle. A lo Lejos vemos otras cortijadas como La Limosna y Los Frontones. Hay diferentes caminos que nos adentran en el monte, pero nosotros seguiremos recto hasta llegar a unos carteles indicadores, que nos indican la dirección hacia Acinipo torciendo a la derecha y pasado por un precioso cortijo restaurado , y una cascada de gran altura bajo un puentecillo.En nigún momento del recorrido perdemos de vista la imagen de las ruinas de Acinipo, cuya parte frontal del Teatro domina el encuadre del Horizonte.Las señales nos van indicando el camino con gran claridad y poco a poco, tras cruzar la carretera, llegamos a nuestro destino . La entrada es gratuita y suele estar abierto casi todos los días. Aquí merece la pena pararse a contemplar todo el yacimiento, que pese a estar poco trabajado, podemos hacernos una idea de lo importante que llegó a ser esta ciudad en la Bética. El teatro es realmente impresionante, con el graderio excavado en la roca, proporcionando al público una perfecta audición. Desde su parte más alta, las vistas son realmente espectaculares: por el Levante podemos divisar Setenil, Arriate y Ronda. algunos autores señalan que a primera hora de la mañana se vislumbran incluso las brumas del valle del Guadalquivir.Por el Poniente, bajo un escarpado tajo, tenemos las estribaciones del Macizo de Grazalema, pudiendo divisar incluso la famosa localidad serrana.Texto  Rafael Vargas Villalón