Ruta de la Sierra Trapera en Valsequillo - Paisajes con Historia

Recorrido: Valsequillo - Laguna Ramos - Sierra Trapera - Arroyo Ventillas - Ermita Ntra Sra de Fátima

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo linealdificultad bajaruta a  pie posibleruta en bici posibleruta en coche no posible
5 Km (sólo ida)2 h40mLinealBajaSiSiNo

Valsequillo Una venta en el camino de Fuente Obejuna a Belalcázar parece ser el origen de Valsequillo, población que surgió en el siglo XVI como aldea de Fuente Obejuna, hasta que se emancipa en 1817 para formar con otros cuatro el municipio de Cinco Aldeas. Un cuarto de siglo más tarde logrará su propia independencia municipal.

En las sierras que rodean este municipio existen vestigios de poblaciones mucho más antiguas: en la del Torozo, al noroeste de Valsequillo, se localizan las ruinas del castillo de Aljozar, antigua fortaleza árabe que pasó a ser población cristiana durante los siglos XIV y XV. Al oeste, en la sierra del Castillo, ya dentro del término municipal de Los Blázquez, se situaba un importante núcleo poblacional durante la época almohade -en el siglo XII y principios del XIII- denominado Tolote.

 Plano Ruta

 

Leyenda Se inicia esta ruta, de unos 5 kilómetros, en el mismo casco urbano de Valsequillo, concretamente en la plaza de la Democracia, para tomar una pista que sale del pueblo por su extremo noroeste y cruza el arroyo de la Fuente de la Plazuela por un puente de granito. Este carril se unirá más adelante a la colada de Monterrubio, que conduce hacia la casa de Aljozar, entre Sierra del Torozo y sierra de la Cinta.

Al principio, hasta salir al campo abierto, pasamos por algunos cercados -típicos de los ruedos de los pueblos- de pastos, olivos y huertas, en los que destacan un par de pozos que aún conservan sus norias de cangilones. Tras atravesar la vía férrea abandonada de la línea Córdoba-Almorchón, dejamos la mencionada pista para tomar un desvío a la derecha, el camino del puerto de La Cinta, que como su propio nombre indica conduce a dicho collado de 652 metros de altitud, que sirve de separación de la Sierra Mesegara o de la Cinta y la Sierra Trapera.

La monotonía de los extensos campos de cereales, con alguna encina dispersa, se ve rota por la presencia de algunos encharcamientos estacionales- entre los que destaca la laguna Ramos- que en los meses de invierno pueden acoger algunas aves acuáticas.

Transcurridos un par de kilómetros llegamos a un cruce de caminos, en la vaguada del arroyo de la Ventilla.Ermita Tomamos el desvío de la derecha, hacia el este, siguiendo el curso del mencionado arroyo, bordeando por el sur la loma del Tejar. Este camino desemboca en otro perpendicular que desde el pueblo conduce a la Sierra Trapera. Lo tomamos hacia el norte, en dirección a la sierra. Cuando llevemos algo más de un kilómetro comprobaremos que cambia bruscamente de dirección para dirigirse de nuevo hacia el sur, al encuentro de la e ermita de Ntra. Sra. de Fátima, enclavada en el paraje del Torruco.

Antes de llegar a la mencionada ermita -con su típica espadaña y correspondiente nido de cigüeñas, d donde el pueblo de Valsequillo celebra su romería el segundo domingo de mayo- cruzaremos el arroyo de la Ventilla, de nuevo la vía férrea Córdoba-Almorchón, la carretera CP-228, y pasaremos cerca de la venta del Contrabandista, cuya denominación debe estar relacionada con la vereda del camino de Almorchón o de Los Contrabandistas, que pasa cerca de dicho cortijo. Antiguamente esta vía pecuaria era utilizada por los ganados transhumantes para su embarque en la estación de Almorchón.

Perfil

 

 

Una Avifauna Singular

A lo largo del itinerario podremos comprobar cómo el aprovechamiento agrícola es casi total en las zonas llanas, a pesar de la relativa pobreza de los suelos, y que se caracteriza por su escasa diversidad y carácter Avesextensivo. Los vastos campos de cereal y dehesas más o menos aclaradas comparten la hegemonía de usos, aunque el olivar va ganando cada vez más terreno. Las explotaciones ganaderas, de ovino y vacuno, y la existencia de cotos de caza menor, completan el plantel de aprovechamientos económicos del territorio.

Este paisaje rural, ideal para las personas que buscan sosiego, y que por su planura y homogeneidad no esconde secretos, sí que reporta algunas sorpresas, como el espectáculo que nos ofrece su avifauna, sobre todo durante los meses invernales, cuando es fácil divisar en la lejanía grupos de grullas picoteando tranquilamente las bellotas que caen al suelo, o volando por encima de nuestras cabezas, en perfecta formación, emitiendo su peculiar trompeteo -agudo y persistente- y audible a grandes distancias.

Es posible también descubrir, suspen­dido en el aire, algún milano real prospectando minucio­samente el terreno en busca de alguna presa. Esta ave es sin duda la rapaz más abundante en toda la comarca durante los meses de invierno, y es fácil identificarla por su inconfundible larga cola ahorquillada y las manchas blanquecinas de debajo de las alas. Cuando el invierno toca a su fin llegan las cigüeñas blancas, que ocupan los numerosos nidos que adornan los postes del tendido eléctrico, y también la espadaña de la ermita de la Fuensanta y el campanario de la iglesia de Valsequillo.

A estas aves espectaculares por su gran envergadura, hay que sumar otras muchas, más menudas, que llenan estos campos y dehesas en distintas épocas del año: bandos de avefrías y rabilargos, mirlos, palomas torcaces, cernícalos, mochuelos, abubillas, cogujadas y perdices, entre otras.

 

El Paisaje

El territorio del término municipal de Valsequillo está incluido dentro de una comarca biogeográfica, algo apartada y bastante desconocida, designada como Sector Zújar, que mantiene bastantes relaciones botánicas y paisajísticas con la vecina región extremeña. Esta zona muestra al visitante extensas llanuras, sólo interrumpidas por la presencia de unas cuantas hileras de sierras de dirección noroeste- sureste, lo que en términos geológicos se conoce como dirección herciniana. Estas elevaciones, fruto de la mayor resistencia a la erosión de las cuarcitas, constituyen los últimos reductos de manchas de matorral mediterráneo en la zona, y son el hábitat de interesantes especies faunísticas -meloncillos,ginetas,tejones, zorros, jabalíes y varias especies de rapaces-, por lo que han merecido una especial protección y aparecen catalogadas como Complejos Serranos de Interés Ambiental en el Plan Especial de Protección Medio Físico de la provincia de PaisajeCórdoba. Al norte del pueblo de Valsequillo se sitúa una de estas alineaciones montañosas, la formada por las sierras Trapera y de La Cinta, con sus cotas máximas respectivas, y vértices geodésicos, de 781 y 770 metros. Figuran el catálogo con la clave CS-2, y bajo la denomi­nación de la primera, Sierra Trapera. El terreno considerado tiene una extensión de 1.905 hectáreas. En la umbría de esta sierra crece un matorral noble salpicado de encinas, en el que destacan especies como coscoja, madroño, cornicabra y madreselva. En las solanas se presenta jarales de Cistus ladanifer o jara pringosa, con aulagas, lentiscos y encinas achaparradas, que en las zonas más bajas aparecen con porte arbóreo. El itinerario llega hasta los mismos pies de Sierra Trapera y nos permitirá apreciar el valor testimonial del matorral de esta sierra y su fauna asociada, vestigio de una vegetación natural que antaño debía cubrir la mayor parte de la superficie de este territorio.

Valsequillo

 

 Diputación de Córdoba

Ruta incluida en el programa Paisajes con Historia, de la Delegación de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba.