Ruta del Tempranillo
Al sur de Córdoba en Jauja, aldea de Lucena, a la orilla del Genil, nació un veintiuno de junio de 1.805 José María Pelagio Hinojosa Cobacho. Hijo del jornalero Juan Hinojosa de 25 años, y de María Cobacho de 20, más conocido popularmente por José María, El Tempranillo. Malos tiempos corrían para las pobres familias jornaleras en aquellos inicios del siglo XIX: una guerra por delante contra el invasor francés, una continua inestabilidad política y hambre, mucha hambre e incultura por todas partes.
Durante una romería en la ermita de San Miguel, cerca de Jauja, el joven José María, que no se sabe su edad exacta aunque fue entre los trece y los veinte años, mató a un hombre por causas no esclarecidas, huyendo de la justicia y se echa al monte empezando el bandolerismo. Su tempranera edad hace que se le conozca como El Tempranillo. Pronto encabeza su propia partida y sus correrías se hacen célebres tomando fama de "robin hood" que roba a los ricos para ayudar a los pobres.
Aquel muchacho de Jauja, de una inteligencia natural infinitamente más grande que su estatura, formó una partida de bandoleros que se dedicaron al asalto de galeras y diligencias y a la imposición de un tributo al viajero. Los robos se hacían siempre a la luz del día, eludiendo la violencia: "Quita una sortija –escribe Merimée- de la mano de una mujer: -Ah, señora, una mano tan bella no necesita adornos. Y mientras desliza la sortija fuera del dedo, besa la mano de un modo capaz de hacer creer, según la expresión de una dama española, que el beso tenía para él más valor que la sortija".
Su fama de ladrón que roba a los ricos para entregarlo a los pobres se va extendiendo por toda Andalucía. El Capitán General de Andalucía, D. Vicente Quesada, se desespera y ofrece una fuerte recompensa.
Se casa con María Jerónima Francés en Torre Alháquime (Cádiz) de donde ella era natural, y de este matrimonio nacería un hijo, de nombre José María, el 6 de Enero de 1.832 en un cortijo cercano a Grazalema, muriendo su madre en el parto. Esta desgraciada circunstancia ocurre porque El Tempranillo acudió en solitario junto a su esposa para acompañarla en el parto, siendo delatado ya que los Voluntarios del Rey, llamados popularmente Migueletes, lo cercan en el cortijo. El alboroto y tiroteo provocan a su mujer tal impresión que el parto se adelanta con el desenlace citado. José María El Tempranillo, lejos de rendirse, monta el cadáver de su esposa sobre el caballo, se ata el bebé a su faja y sale a galope del cortijo entre los disparos de los migueletes, saliendo ileso del trance y entregando su hijo a la familia de la madre.
La situación se hace insostenible y las presiones de los ricos hacendados andaluces hacia las autoridades locales provocan la intervención del propio Rey Fernando VII. Así se produce el indulto, extensivo a todos los miembros de su partida, a excepción de Veneno. De entre ellos, unos cincuenta hombres, destacaban Juan Caballero El Lero, de Estepa; José Ruiz Germán, alias Venitas, de Badolatosa; y Francisco Salas, alias El de la Torre, cuñado de José María. En la Ermita de la Virgen de la Fuensanta y Guía, en Corcoya, aldea de Badolatosa, se produjo –según Juan Caballero El Lero- el acto del indulto.
Abandonada la peligrosa vida del bandidaje ya pueden vivir tranquilos, sin sufrir las inclemencias del tiempo, sin tener que pasar la noche en vigilia, sin jugarse la vida a cada paso. José María y varios de sus hombres forman la Partida de a caballo de Andalucía, a las órdenes del Capitán General, el marqués de las Amarillas, con la finalidad de perseguir a delincuentes y ponerlos a disposición de la Justicia.
Muy pocos meses va a durar esta nueva misión, puesto que en septiembre de 1.833 José María, El Tempranillo, halló la muerte mientras perseguía a otro José María, El Barberillo, bandido de Estepa. Ocurrió en el cortijo de Buenavista, en las inmediaciones de la sierra de Camorra. El Barberillo, oculto tras una ventana disparó su arma a traición. Los hombres de la partida conducen a su comandante herido gravemente hasta el Parador de San Antonio, en la calle Granada de la cercana población de Alameda.
Un día más tarde de caer herido, el 23 de septiembre de 1.833, José María, El Tempranillo moría rodeado de sus hombres, cuando sólo contaba veintiocho años de edad. Su testamento demuestra que en su larga carrera delictiva nunca amasó fortuna para su lucro personal: dos casas, dos caballos, algunos reales prestados que nunca llegaría a cobrar, y un hijo huérfano que no contaba aún dos años de edad, fue todo el patrimonio que legó el Rey de Sierra Morena. Seis días más tarde, un veintinueve de septiembre, moría en Madrid el Rey de España, Fernando VII.
En un triángulo de reducidas dimensiones, con vértice en Jauja, Corcoya y Alameda, se encierra en resumen la vida y la muerte de José María. Las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, unidas por un mito del pueblo andaluz. Con El Tempranillo desaparece el prototipo del bandido generoso. Después de él nadie supo ni pudo imitar su estilo.
La Ruta del Tempranillo discurre por tierras de tres provincias de Andalucía, Córdoba, Sevilla y Málaga; provincias en las que se encuentran los tres pueblos que marcan los hitos más importantes del itinerario vital de José María, El Tempranillo. Su figura mítica se convierten en el elemento motriz de una ruta turística, que no sólo engloba los elementos patrimoniales de este bandolero, sino que permite al visitante concentrar su atención y disfrutar del rico patrimonio cultural que tienen estos pueblos, de su paisaje y de sus recursos naturales. Hermosos paisajes, ruinas arqueológicas, iglesias, fuentes, lagunas, el Genil, y todo ello rodeado por un mar de olivos. Esta es la tierra de El Tempranillo, un trozo del pueblo y del corazón de Andalucía.
La Ruta del Tempranillo se encuentra en los vértices de las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, lo que hace que esté marcada por un carácter interprovincial, al ser pueblos de tres provincias distintas (Córdoba, Sevilla y Málaga), pero muy cercanos unos de otros, siendo la distancia mayor la que separa a Jauja de Alameda (16 kilómetros). El municipio de Alameda pertenece a la provincia de Málaga, concretamente está situado en la parte norte de la provincia, dentro de la comarca de Antequera. El municipio de Badolatosa y su pedanía Corcoya se encuentran en la parte oriental de la Provincia de Sevilla, situado en la comarca de Estepa. Jauja es una pedanía que pertenece a Lucena, que se encuentra situada en la zona sudoeste de provincia de Córdoba, dentro de la comarca de la Subbética.
En Jauja está la casa en la que nació José Pelagio Hinojosa Cobacho, más conocido por José María, El Tempranillo. Es la casa de una familia vinculada al campo como trabajadores jornaleros, labor que le era reconocida a El Tempranillo hasta que se echó al monte.
Existe un documento que ata de manera incontestable al mítico bandolero a su pueblo natal, este documento es su partida de nacimiento que se encuentra en los archivos parroquiales, junto con la pila en que fue bautizado dentro de la Iglesia de San José en Jauja.
No muy lejos de Jauja se encuentran los montes de San Miguel, donde la tradición popular sitúa el origen de la conversión de José María en bandolero. En la romería de los montes de San Miguel que se celebraba en la ermita del mismo nombre, cuenta la gente que José María Pelagio Hinojosa mató en una pelea por amores a un hombre, como resultado de la cual no le quedó más remedio que echarse al monte, puesto que el castigo por matar a una persona era la pena de muerte, y convertirse en El Tempranillo.
En Jauja existirá en un futuro no muy lejano, un museo que servirá para acercar el conocimiento y la función social que el bandolerismo tenía en la sociedad andaluza del siglo XIX.
Badolatosa está conectado a El Tempranillo por el río Genil, ya que según algunos de los historiadores del bandolerismo hay que destacar la importancia del río Genil como elemento estratégico de la zona de actuación de los bandoleros. Es lo que se conoce como la zona singiliense (por el nombre romano del rio Genil, Singilis). Badolatosa por su ubicación era un punto estratégico para disponer los bandoleros sus actuaciones, no sólo porque estuviera rodeado por sierras y fuera difícil su acceso, sino porque el río Genil pasaba por su casco urbano siendo éste la frontera natural entre las provincias de Córdoba y Sevilla. Eso ha llevado a que ciertas fuentes (históricas y populares) situaran a Badolatosa como el cuartel general del Tempranillo y su cuadrilla.
Como a un kilómetro escaso de Corcoya, en las estribaciones de la sierra de la Cabrera se encuentra la ermita de la Fuensanta, rodeada de un paraje de una gran belleza. En este lugar existía en tiempos del bandolero un santero que cuidaba de la ermita y de sus devotos, al que José María, El Tempranillo visitaba con cierta asiduidad, debido al profundo y marcado carácter religioso, que según la tradición popular, definía su personalidad. Se conservan hoy las cuevas que El Tempranillo utilizaba para esconderse los días que venía a visitar a la Virgen de la Fuensanta y al santero. Fue en 1832 cuando el rey Fernando VII le dio el indulto a José María, El Tempranillo, el cual tuvo lugar en la ermita de la Fuensanta.
Cerca de Alameda, en la carretera que une a este pueblo con Mollina se encuentra el cortijo de Buenavista, denominado así por el atractivo paisaje que le rodea. En este cortijo, el día 22 de septiembre fue herido de muerte José María, El Tempranillo por el bandido estepeño José María, El Barberillo, por la espalda y a traición. El día 23 de septiembre murió en Alameda el más famoso de los bandoleros, y fue enterrado en el patio de la Iglesia de este pueblo (antiguo cementerio). «El rey de Sierra Morena», como se destaca en la inscripción de la cruz que preside su tumba, yace para el resto de los tiempos en Alameda.
Medio Ambiente y paisaje
La zona que afecta a la Ruta del Tempranillo contiene en su interior toda una serie de maravillas naturales que van desde hermosos paisajes, pasando por la flora y la fauna del lugar, hasta espacios naturales protegidos, que ofrecen a los ojos y al interés del viajero un motivo más para visitar nuestros pueblos. Por todos estos parajes y lugares, que ahora son valorados por su valor medioambiental y paisajístico cabalgó José María, El Tempranillo, viviendo, seguramente, emocionantes aventuras.
La Laguna Amarga está situada en el término municipal de Jauja-Lucena, es fácil acceder a ella a través de la carretera que une a Jauja con Lucena. Esta zona húmeda de aguas permanentes posee un cinturón perilagunar de vegetación palustre rodeado de suelo cultivado. La laguna se nutre de agua de lluvia y escorrentías. La alta concentración de sulfato magnésico que poseen sus aguas la dotan del sabor amargo que da nombre a esta laguna, cerca de la cual se localiza otra laguna destacada denominada Dulce. En Laguna Amarga-13 hectáreas de Reserva Natural y 250 de zona de protección- es de gran importancia la presencia de malvasía, una de las especies que, junto a otras en peligro de extinción, valorizan esta zona húmeda.
La Reserva Natural de la Laguna de la Ratosa se encuentra situada en el término municipal de Alameda y a ella se puede acceder a través de la carretera que una a esta localidad con La Roda de Andalucía. Se trata de una laguna poco profunda, de carácter temporal, ya que es de aportación fluvial. Su principal valor ecológico es que constituye una zona complementaria para la laguna de Fuente de Piedra. Además del olivo que rodea al humedal, destaca la presencia del carrizo y el junco. Junto al flamenco rosa se pueden ver en sus aguas al pato cuchara y la cigüeña.
El Paraje Natural de Malpasillo se encuentra entre los términos municipales de Jauja y Badolatosa, al que se puede acceder a través de la carretera que une a Badolatosa con Corcoya. Malpasillo está formado sobre el río Genil y tiene un relieve escarpado y se asienta sobre suelo formado por margas yasíferas. En la vegetación de su ribera hay que destacar la abundancia de carrizos, juncos y espadañas. Malpasillo constituye el marco idóneo para el calamón, pudiéndose encontrar también a la malvasía. Entre las anátidas más abundantes se encuentran el azulón o pato real, el pato colorado y el cuchara.
El Paraje Natural de Cordobilla está formado sobre el Genil, se encuentra rodeado por terrenos agrícolas que se asientan en un relieve suave y abierto y sus orillas están cubiertas de abundante vegetación. entre la que destaca los carrizos, las espadañas y las cañas, mientras que sus riberas sirven de refugio a una abundante fauna acuática. En el embalse es frecuente ver a la garza real y a la imperial. El calamón y la grulla son dos elementos más de su fauna. Se encuentra situado en el Pantano de Cordobilla y se puede acceder a él a través de la carretera que une a Badolatosa con Puente Genil.
La Ruta del Tempranillo tiene entre sus valores más destacados al río Genil que unifica a los pueblos con su curso. A Alameda la toca por el borde de su término municipal, pero a Badolatosa y a Jauja las envuelve con sus aguas. Este río es un mosaico de paisajes, en el que se encadenan un buen número de lugares de interés natural y cultural. Son siete las piezas fundamentales de este mosaico. La primera de ellas es la que conecta al río con los instrumentos culturales, como pueden ser los molinos, cuyo ejemplo en la zona es la Aceña árabe de Jauja, y las norias. La segunda de las piezas está constituida por la paz y el sosiego que sus aguas en unión con el verdor de su ribera proporcionan a la vista del viajero. La tercera son las curvas sinuosas que marcan el cuerpo del río para salvar las montañas y las sierras. En cuarto lugar aparece la verde alfombra que su vegetación circundante ofrece para la vista cansada del viajero. La quinta pieza del mosaico es la que nos lleva de la tierra al cielo, al ser el río un mundo abierto al azul que domina en esta tierra. En sexto lugar se encuentran las huertas, como combinado de vivienda y uso agrícola del terreno facilitado por la gracia del Genil. Y en último lugar encontraríamos las grandes obras del hombre, como símbolo del control y el uso de la naturaleza: la presa del Malpasillo.
El paisaje del Tempranillo está dominado por el olivo, Este árbol se sitúa en nuestro territorio en forma de mar, determinando en gran medida no sólo su paisaje, sino su economía y hasta su cultura. El mundo del olivo, desde hace cientos de años, es para los habitantes de los pueblos de la Ruta del Tempranillo toda una cultura, una forma de vida, a la que ligan no sólo la economía, sino también, muchas de sus costumbres características. El trabajo de preparación del olivo; la recogida de la aceituna, en sus dos modalidades, el verdeo que tiene como fin recoger la aceituna verde destinada a su consumo directo como aceituna de mesa, y la recogida de la aceituna para la obtención del aceite. A lo que hay que añadir el proceso de elaboración del producto, bien mediante su curación para el consumo de la aceituna de mesa, o bien mediante su tratamiento en molino para obtener el aceite de oliva. Se puede de cir, que el olivo y todo el mundo que lo rodea constituye una de las características que más definen a esta tierra de El Tempranillo y a sus gentes.
Pero además del olivo, se pueden encontrar en estas tierras otro tipo de árboles que ayudan a definir el paisaje de la Ruta del Tempranillo. Por ello, es necesario, que destaquemos las choperas, los pinos y el eucalipto, este último propio de las riberas del río Genil. Además, hay que añadir que se pueden encontrar en la zona de monte bajo un gran número de pequeños arbustos y otros tipos de vegetación entre la que destaca el lentisco y el romero.
En Ruta del Tempranillo es necesario destacar un último elemento propio de su paisaje dotado de una gran belleza. Nos referimos al arroyo del Pontón, que está situado en el término municipal de Badolatosa muy cerca de la Ermita de la Fuensanta en Corcoya. Lo característico de este arroyo no es sólo su profundidad, al estar formado entre dos grandes sierras, sino que lo más característico es la pequeña gruta que existe en uno de sus tramos, producto de la unión de dos de los lados de las sierras que lo forman. Cuenta la leyenda que la Virgen de la Fuensanta unió los dos lados de la sierra para que una mujer con su hijo a punto de morir pudieran pasar para ir al médico que había en Alameda, de manera que formó un pasadizo entre las dos sierras para que esta mujer pudiera pasar de un lado al otro. Bajo este pasadizo se encuentra una pequeña gruta de una gran belleza, tanto por su estructura como por la pincelada de frescor que aporta el agua del arroyo que atraviesa este paraje.
El viajero que decida surcar esta tierra de El Tempranillo podrá disfrutar de las estampas que proporcionan la numerosa fauna que existe en el lugar. De entre ella se pueden citar a los distintos tipos de patos. como son el pato cuchara, el colorado, y sobre todo a la malvasía, las cigüeñas, las garzas, los flamencos, los aguiluchos, y un gran número de especies de pájaros. Podemos referir, también, la presencia del conejo y de la liebre, que hacen que esta zona sea un lugar propicio para la caza menor. También se encuentran por esta zona zorros, algún que otro lince y una gran variedad de reptiles.
Ruta facilitada por la Fundación Ruta del Tempranillo
Más información: http://www.rutadeltempranillo.org
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