Ruta de los Zampuzos (Lepe)
En la provincia de Huelva, a 6 Kilómetros del litoral atlántico, nos encontramos con Lepe, pueblo cuyos recursos naturales y medioambientales, así como por el carácter abierto y a hospitalidad de sus gentes, se convierte en destino de grandes potenciales para el turista.
El litoral perteneciente a su término municipal es amplio, rico y variado, con diferentes ecosistemas, dunas, playas, marismas, esteros...
La principal playa de Lepe es La Antilla; siguiendo la línea de la costa, en su parte más occidental, nos encontramos con Islantilla, núcleo turístico compartido con la localidad de Isla Cristina, con unas características ambientales extraordinarias. En la zona oriental se encuentra la playa de Nueva Umbría, autorizada para la práctica naturista recientemente en uno de sus tramos, que se conserva aún virgen en nuestros días, puesto que forma parte de un paraje natural; sus condiciones naturales y paisajísticas la han convertido en numerosas ocasiones en escenario de producciones cinematográficas y publicitarias.
En este área enclavada dentro del "Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha de Nueva Umbría", encontramos un interesante fenómeno, único en el litoral andaluz: una barra de arena de más de 20 Kilómetros paralela a la línea de la costa, de una anchura que vana entre unos 300 y 700 metros, crece a una velocidad media de unos 30 metros por año y formada por el aporte de arena de corrientes marinas.
Desde levante a poniente, van apareciendo diferentes marismas y arenales. Se puede observar desde las llamadas praderas de plantas marinas a distintos tipos de marismas, bajas, medias y altas, con su vegetación característica. En las arenas, la vegetación terrestre va colonizando las dunas. Hacia poniente, se observa cómo la vegetación evoluciona aumentando en altura y espesor, destacando los densos retamares de la zona de la Almadraba ubicada en las entrañas de la península de Nueva Umbría. Las ruinas de la Almadraba, nos traslada a épocas en las que el aprovechamiento del atún era el medio de vida de muchas familias léperas. Esta especie se capturaba por millares cerca de la costa cuando realizaban la migración hacia el mediterráneo. Su gran rentabilidad llegó hasta el punto de construirse factorías de transformación, hace tiempo abandonadas. A lo largo de la Flecha, se pueden apreciar desde especies marinas y litorales como charranes, gaviotas y correlimos, hasta la paseriformes como el jilguero o verderón, reptiles tales como lagartijas y camaleones y mamíferos como conejos, liebres y jabalíes.
A lo largo de la historia, "Lepe" ha estado siempre vinculado a la pesca y la agricultura. El vino de Lepe, del que ya se hablaba en los cuentos de Canterbury, era una fuente de riqueza en este municipio como lo eran también algunas frutas de cultivos de secano.
Los hombres adinerados de la época se reunían en las llamadas cantinas y los de un nivel social más bajo lo hacían en las tascas o zampuzos, como lugar social por excelencia para charlar y beber vino. En la actualidad, Lepe sigue conservando el estilo tradicional de estos pequeños bares o zampuzos. Como curiosidad, cada uno de los propietarios, tras la época de la vendimia en el mes de septiembre, pisa en su propio establecimiento la uva y elabora el caldo en barricas propias, que más tarde se ofrecerá a los clientes de estos pintorescos locales, placer que podrán disfrutar los amantes del buen vino.
http://www.lepe.es - http://www.islantilla.es/
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