Valle del Corcomé
Inicio: Ermita de la Fuensanta, situada en la carretera CP-239 que une Montoro con Villa del Río.
Final: En el mismo lugar.
Localización: Término municipal de Montoro. Para llegar al Inicio de la ruta podemos partir de Montoro o de Villa del Río, localidades situadas en las inmediaciones de la Autovía Madrid-Cádiz. En ambos casos tomaremos la CP-239 que desde cada localidad se dirige a la ermita de la Fuensanta, Inicio y final de la ruta.
Distancia aproximada: Esta ruta tiene un recorrido de algo más de quince kilómetros y discurre en su mayoría por el arroyo Corcomé y sus alrededores; es ideal para realizarla en bicicleta.
Puntos de avituallamiento: Podemos abastecernos de víveres en las localidades de Montoro o Villa del Río según de donde partamos, aunque también encontraremos un pequeño bar y fuentes de agua en el área recreativa instalada en las cercanías de la ermita. Ventorrillos del Charco Novillo cercano a la Choza de la Vieja.
Clasificación: Ruta fácil para hacerla en bicicleta o a pie, sobre todo el tramo que discurre junto al arroyo Corcomé.
El itinerario comienza a la izquierda de dicha ermita y va paralelo al arroyo Corcomé. Al principio, el camino está asfaltado y flanqueado a su izquierda por vestigios de los conglomerados del Bunter, materiales rojizos depositados hace 40-46 millones de años, muy característicos de la zona.
El camino de asfalto gira hacia la izquierda, pero hay que desviarse por uno de tierra que sigue la misma dirección que el arroyo. Este pasa entre olivar y matorral mediterráneo, acompañándose en su lecho de vegetación de ribera, con álamos, olmos y adelfas. Todo el camino serpentea junto al Corcomé, que ha labrado un amplio valle con un tono rojizo provocado por los materiales del período triásico, conglomerados y areniscas rojas, las molinazas.
En las partes más amplias del valle se observan espesas manchas de tamujos y matorrales de ribera. El arroyo posee una variedad y riqueza faunística típica: culebra de agua, rana común, meridional y de S. Antonio además de abundantes invertebrados acuáticos. Entre la vegetación se pueden localizar algunas colonias de rabilargos. A medida que se avanza, el matorral mediterráneo se va haciendo más espeso, y los materiales más antiguos, como las pizarras del paleozoico, afloran en el lecho del arroyo.
El camino se empina ahora para conectar con la carretera en un puente, lugar conocido como la Choza de la Vieja. A partir de este momento se deja la compañía del Corcomé y se sube siguiendo la carretera asfaltada. En el margen derecho del mismo se sucede un matorral mucho más ombrófilo, formado en su mayoría por madreselvas, terebintos y zarzaparrillas, hábitat de numerosas aves como mirlos, currucas y alcaudones. Una vez que se remonta el valle en el Pago del Charco del Novillo, el itinerario continua por la carretera N-420, dirección a Villa del Río.
Es frecuente encontrar los lagares y casas típicas de esta zona construidas con arenisca roja; entre ellas destacan las ruinas de Escalera, que quedan a la derecha y de las que divisamos desde el camino la espadaña de su campanario, que nos recuerda que este caserío albergó una cripta con catafalcos de mármol tan lujosos como lúgubres y evocadores de leyendas de tiempos remotos. Tras descender por una zona de olivar y matorral noble, se toma un camino de tierra a la derecha, señalizado, el cual volverá a enlazar con el valle del arroyo Corcomé, retornando de nuevo al punto de partida.
Ruta facilitada por la Mancomunidad de Municipios del Alto Guadalquivir