Visita a Santiponce

Recorrido: Santiponce

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En el comienzo de la Ruta de la Plata, en la comarca del Aljarafe, y a sólo siete kilómetros de Sevilla, se Santiponceencuentra Santiponce. Un pueblo tranquilo, sin atascos ni prisas, que ha sabido conservar el encanto rural propio de los pequeños pueblos sevillanos, lo que le diferencia de otras poblaciones limítrofes atrapadas por el expansionismo de la capital.

Sus ocho kilómetros cuadrados de extensión concentran uno de los patrimonios culturales más ricos de Andalucía, ya que en ellos se encuentra Itálica, primera ciudad que los romanos fundaron fuera de la península italiana y San Isidoro del Campo, monasterio cisterciense que conserva importantes tesoros históricos y artísticos.

El sosiego de sus calles, la hospitalidad de sus gentes, su rica gastronomía y artesanía, junto con el importante legado cultural que posee, hacen de Santiponce un destino capaz de satisfacer las inquietudes de todo amante del descanso, la historia y el arte.

ItalicaEl pueblo de Santiponce nace a orillas del Guadalquivir, en un lugar denominado “Isla de Hierro”, donde hoy se localiza el Estadio Olímpico de la Cartuja. Por su proximidad al río padecía frecuentes riadas, y, en una de ellas, acaecida el 20 de diciembre de 1.603, quedó sepultado para siempre. Los vecinos supervivientes buscaron la protección de los monjes del monasterio San Isidoro del Campo, quienes les cedieron tierras más altas, edificándose el nuevo Santiponce, casi en su totalidad, sobre las ruinas de la ciudad romana de Itálica.

Una vez asentado el pueblo en su enclave actual, en el año 1.691 los monjes consiguen que Carlos II conceda un privilegio real para organizar la Feria de Santiponce, feria franca a celebrar todos los primeros de octubre, con el propósito de activar la economía del municipio.

 

Conjunto Arqueológico de Itálica

 

La ciudad de Itálica fue fundada en por Publio Cornelio Escipión en el 206 a. C. Para establecer en ella a los veteranos de la batalla de Ilipa, en la que fue derrotado el ejército cartaginés. Recibió su nombre en memoria de Italia, de la cual procedían los primeros habitantes de la ciudad.
La ciudad fundada por Escipión debió parecerse a un campamento militar, de planta cuadrangular con foso y parapeto, y albergando un templo de tres capillas cuyos cimientos se han encontrado en la zona occidental de Santiponce.

En Itálica nació Trajano, en el 53 d. C. Siendo el primer emperador romano nacido en una provincia. En esta ciudad también residió el que sería su sucesor, el emperador Adriano, el cual también otorgó con su consentimiento el nombre de su familia a la ciudad, llamándose desde entonces Colonia Aelia Augusta Italica.

La ciudad estaba dividida en dos partes, la llamada nova urbs (ciudad nueva) y es lo que forma el actual conjunto arqueológico, y la ciudad vieja o vetus urbs, la cual permanece bajo el pueblo de Santiponce. En la actualidad el visitante hace un recorrido por la ciudad nueva, dentro de este recorrido destaca:

* La Casa de la Exedra provista de sus propias termas y una palestra a cuyo fondo se ven los grandes bloques que formaban la bóveda de la gran exedra. El patio porticado con pilares cruciformes, poseía una hermosa fuente.

* La Casa de Neptuno, parcialmente excavada, también poseía sus termas. Las habitaciones están decoradas con bellos mosaicos.Teatro

* La Casa de los pájaros, llamada así por los motivos ornamentales de sus pavimentos de mosaicos. Se organizan alrededor de un peristilo o jardín porticado.

* El Traianeum, templo dedicado a Trajano, rodeado de una plaza porticada con exedras.

* El anfiteatro, uno de los mayores del imperio, tenía capacidad para unos veinticinco mil espectadores. El graderío o cavea, estaba compuesto por tres niveles de los que se conservan parcialmente los dos inferiores. El centro presenta una fosa que cubierta con una estructura de madera, servía como zona de servicio para los espectáculos.

 

Monasterio de San Isidoro del Campo

 

Fundado en 1301 por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, héroe de Tarifa, para alojar a la orden cisterciense, reservándose para él y su mujer, Doña María Alonso Coronel, una capilla funeraria. En 1431 los cistercienses Monasterioson expulsados del monasterio, y este es ocupado por los jerónimos hasta 1835.
En 1856 hubo un retorno de una pequeña comunidad de jerónimos, pero en 1978 se trasladaron a Yuste. Desde esa fecha, el convento está deshabitado..

En su momento poseyó una importante biblioteca y se hizo aquí la primera traducción de la Biblia al español, la llamada Biblia del Oso.
Fue el primer enterramiento de Hernán Cortés antes del traslado de sus restos a Méjico.
El conjunto está compuesto por la iglesia, tres patios, refectorio, sala capitular, celdas y dependencias de trabajo como huerta, granero, molino, establos, etc... destinadas estas últimas al autoabastecimiento de la comunidad.
Aunque en apariencia es un solo templo está constituidas por dos iglesias, de una sola nave rectangular. Estas son de estilo gótico-mudéjar, construidas de ladrillo. A los pies de la capilla de Guzmán el Bueno se encuentra el Patio de los Evangelistas, de dos plantas. La superior de arcos semicirculares rebajados sobre pilares de ladrillo ochavados, y la inferior de arcos peraltados. En las galerías podemos contemplar hermosas pinturas murales del siglo XV que representan santos, obispos, motivos heráldicos y de lacería, una alegoría del Árbol de la Vida.

El Patio de los Muertos, situado al sur de ambas iglesias, también es de dos plantas con pilares ochavados, estando decorados los antepechos con calados en forma de estrella. Este patio también posee pinturas murales.
La iglesia de Don Juan Pérez de Guzmán y su esposa, en la que se contemplan las estatuas yacentes sobre sendos sepulcros, está presidida por un retablo del siglo XVII en el que se venera al Crucificado acompañado por la Virgen y San Juan.

La iglesia contigua, la de Guzmán el Bueno, posee uno de los más hermosos retablos españoles. Obra de Martínez Montañés, concluida en 1613, se encuadra en el periodo prebarroco. Para realizarlo contó con la ayuda de Juan de Mesa, Francisco de Ocampo entre otros. En la policromía intervino Francisco Pacheco.
Llama la atención en el conjunto el detalle de que el altar del retablo no presenta el habitual formato de mesa alargada, sino que su proporción paralepipédica recuerda, en cierto modo, el concepto de ara romana.

 

Ruta Bética Romana

 

Ruta facilitada por la Oficina de la Ruta Bética romana

Más información: http://www.beticaromana.org/

 

 


 

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