Marismas del Barbate
Este sendero se inicia en el punto kilométrico de la carretera que une Barbate con La Barca de Vejer, en la zona de huertas conocida como "Virgen de la Oliva", y recorre parte de la margen derecha de las marismas asociadas a la desembocadura del río Barbate.
Estas marismas constituyen una zona húmeda de enorme valor faunístico y, hasta cierto punto, sustituyen a la laguna de la Janda con la que estuvo funcionalmente integrada. Ocupan un lugar privilegiado en las rutas migratorias de vuelo del Atlántico Oriental como área de descanso y refresco para aquellas especies que, procedentes del centro y norte de Europa o del continente africano, llegan exhaustas a las costas gaditanas.
Del mismo modo es una zona ideal para el mantenimiento de poblaciones de aves tanto sedentarias como invernantes. Destacan las diversas especies del grupo de los limícolas –chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula) y patinegros (Charadrius alexandrinus), correlimos comunes (Calidris alpina) y avocetas (Recurvirostra avosetta) –garzas reales (Ardea cinerea), Garcetas (Egretta garcetta) o los espectaculares flamencos (Phoenicopterus ruber).
Con respecto a las especies marinas que habitan en el río y en la red de caños y canales, destaca la elevada riqueza del ecosistema, en donde abundan numerosas especies susceptibles de explotación económica.
Entre los moluscos enterrados en el fango o en las zonas arenosas encontramos respectivamente coquinas (Donax trunculus), o almejas finas (Tapes decusatus) y berberechos (Cardium edule). De los crustáceos destacamos la presencia de los camarones (Leander serratus y L. Adpersus).
Los alevines de diversas especies de peces penetran en las aguas libres de la marisma buscando protección y alimento y abandonándolas una vez adultos. Los más abundantes son las lisas, anguilas (Anguilla anguilla), doradas (Sparus aurata), lenguados (Solea senegalensis) y róbalos (Dicentrachus labrax).
El factor ambiental que condiciona en mayor medida la distribución de las comunidades vegetales es, sin duda, la circulación de las mareas. Esta determina la salinidad del agua y el grado de encharcamiento al que se ven sometidas las plantas.
En las zonas más bajas de los caños se encuentran las plantas que se inundan con cada marea. Son muy pocas las que soportan los efectos de las corrientes, de la salinidad y de vivir alternativamente dentro y fuera del agua. Destaca la espartina (Spartina maritima), una gramínea adaptada a la dureza de estos ambientes.
En un nivel intermedio se encuentran las comunidades que se inundan con las pleamares diarias. Están compuestas por plantas halófitas, adaptadas a sobrevivir en un ambiente salino y en donde escasea el agua dulce.
Aquí podremos observar plantas como Sarcocornia perennis, Sarcocornia fruticosa, Halimione portulacoides.
En las zonas topográficamente más elevadas se encuentra la marisma que sólo se inunda con las pleamares de las mareas vivas equinocciales o durante los fuertes temporales. Los efectos del agua salada son más esporádicos lo que permite que se desarrollen comunidades más diversas. Destacan aquí, además de las anteriores, los salados (Limoniastrum monopetalum), almajos salados (Arthrocnemum macrostachyum) o Limonium ferulaceum.
La mayor parte del sendero transcurre sobre un antiguo muro de defensa contra las avenidas que circunda parte de la margen derecha del río Barbate.
Las actuaciones humanas de las últimas décadas, mediante la construcción de diferentes obras, han alterado poderosamente la hidrología natural de las marismas con elconsiguiente impacto sobre los ecosistemas. Destacan, sobre todas, la construcción de varios canales de desagüe de lo que antiguamente era la laguna de la Janda, con el consiguiente aporte del agua sobrante al interior de esta marisma; y la desecación de más de 300 hectáreas de la margen derecha del río Barbate con la construcción del muro de defensa citado.
La inclusión de estas marismas en el Parque Natural en 1.994 constituye una garantía de que no se volverán a acometer actuaciones que, como estas, puedan suponer una grave amenaza para el mantenimiento de la dinámica natural de esta importante zona húmeda.
Fuente: Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía