Sendero Los Genoveses

Recorrido: San José - Playa de Los Genoveses

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo linealdificultad bajaruta a  pie posibleruta en bici posibleruta en coche no posible
2,3 km1 hora y media40mLinealBajaSiSiNo
El desembarco histórico de una flota genovesa en el siglo XII dejó una profunda huella en la toponimia local. La ensenada donde sucedió el acontecimiento tiene una de las playas más emblemáticas del parque natural, buscada y disfrutada por turistas de todos los continentes, que además de sol y playa valoran los paisajes y la riqueza del patrimonio natural y cultural. El sendero recorre la playa de norte a sur, desde el cerro Ave María hasta el Morrón de los Genoveses, dos cimas accesibles desde donde pueden contemplarse hermosas vistas de la costa.
 

 

San José

La carretera que llega a San José desde El Pozo de los Frailes por el norte (AL-3108) continúa por la ronda de esta población 

desde donde sale el camino de Mónsul hacia el suroeste. Unos trescientos metros adelante desde que se acaba el reves­timiento asfáltico, sale un camino a la derecha cerca del molino de Los Genoveses. En el cruce se inicia el sendero. El restaurado molino de viento fue construido en mampostería de piedra revocada con cal o yeso. Su nivel superior está cubierto por un chapitel o tejadillo de tablas de madera, que alberga parte de la maquinaria de transmisión de la energía eólica a la molienda del cereal. desde donde sale el camino de Mónsul hacia el suroeste. Unos trescientos metros adelante desde que se acaba el reves­timiento asfáltico, sale un camino a la derecha cerca del molino de Los Genoveses. En el cruce se inicia el sendero. El Partiremos, por tanto, en dirección suroeste, al pie del cerro del Ave María, de 133 metros, que dejaremos a nuestra izquierda. Junto a la señal de inicio hay una mesa interpretativa sobre la vista que se observa desde el mismo, si quere­mos ahorrarnos la subida. El cerro es el extremo norte de la ensenada en la que está la playa de los Genoveses, utilizada como fondeadero. En frente, mirando al sur, se ve el extremo contra­rio —el Morrón de los Genoveses— adentrándose en el mar. Tierra adentro se distingue a conti­nuación una duna fósil, el Cerro del Barronal y tras los llanos del Romeral la sierra volcánica del Cabo de Gata. La vegetación es variada en tan amplio espacio, dando una impresión de continuidad con paisajes del norte de África.

Playa de los Genoveses

Comenzaremos a andar por una vereda que nos dirige hacia la playa. A unos sete­cientos metros encon­traremos un cruce de cami­nos con hileras de pinos en sus márgenes, plantas que llaman la atención entre los parajes 

desarbolados que son aquí comunes, con una cubierta vegetal formada por arbus­tos (palmito, cornical, bufalaga, rascamoños, pita o chumbera) y plantas herbáceas de vida fugaz, aprovechando momentos favorables. 

Más adelante, ya muy cerca de la playa, pasaremos por la desembocadura de una pequeña rambla, en la que crecen eucaliptos de formas caprichosas. También llamarán nuestra atención las curiosas plantaciones de chumberas en los balates de los campos de cultivo del cortijo del Romeral.

Continuamos nuestra andadura hasta llegar a las ruinas de un búnker [3] ya en el borde de la playa, que cuenta con una serie de dunas fijas y móviles en las que crece una vegeta­ción típica compuesta principalmente por el barrón y las algodonosas. También distingui­mos a nuestro frente una zona más depri­mida, propensa a la inundación, en la que abundan plantas adaptadas a medios salinos (halófitas), entre ellas los tarajes.

Morrón de los Genoveses

Avanzaremos por la misma playa, por un camino poco o nada definido entre las are­nas. A nuestra derecha tendremos el

 Campillo de los Genoveses y a la izquierda el mar Medi­terráneo. Tras unos quinientos metros por la playa llegaremos a una zona pedregosa, con colores blanco-amarillentos, que no es otra cosa que una gran duna fósil.

Un poco más adelante, al final de la playa, termina nuestro sendero, junto al fondea­dero del Morrón, lugar en el que segu­ramente se produjo el conocido episodio del desembarco de los genoveses en 1147, guardado para siempre en la memoria que expresa la toponimia.

Es aconsejable, de todos modos, continuar y subir al Morrón de los Genoveses, un promon­torio volcánico de 74 metros de altura desde el que podremos ver el recorrido realizado, y donde estaremos rodeados por una de las seis reservas marinas que tiene el parque natural. Estas aguas transparentes albergan comunidades vegetales y animales de gran trascendencia para el entorno mediterráneo, como es el caso de las praderas de posidonia.

 

Fuente: Consejería Medio Ambiente Junta de Andalucía