Visita a Almedinilla
Al pie del Cerro de la Cruz, de
raíces ibéricas extiende Almedinilla su blanco caserío arrullado por el río
Caicena, que fertiliza huertas. Baja sin prisa por calles como Río o Calvario,
abrazado por la cal que inflama el sol, mientras los riscos de los cercanos
Castillejos se asoman por encima de los tejados como rapaces protectoras, es un
placer inolvidable para los buenos catadores de paisajes.
En 1867, en las excavaciones
llevadas a cabo por Don Luis Maraver y Alfaro, aparecieron más de doscientas
sepulturas, cerámicas y objetos diversos. Con posterioridad, Pierre Paris y
Arthur Engel hallaron restos prehistóricos, fenicios y griegos. El poblado
prehistórico se asentó en el lugar llamado de Los Castillejos para más tarde
pasar a la falda del Cerro de la Cruz con un poblado de época micénica del que
se han descubierto restos.
Más tarde la ciudad romana pasará a asentarse en
el valle sobre la que a la vez se asentará la ciudad musulmana.
En el año 997 el Gran Almanzor la fortificó, siguiendo bajo la dominación árabe hasta agosto de 1236, en que fue conquistada por Fernando III. Completamente despoblado después de la conquista, el Rey le concedió grandes privilegios y el dictado de lealtad, acogiéndose asimismo al Fuero Real de Córdoba en 1241.
Los Reyes Católicos confirmaron
sus privilegios.
En la Guerra de Sucesión permaneció leal a don Felipe V, concediéndole este monarca mercedes y dictados de Fiel en 1717.
Hasta 1844 la aldea de Almedinilla era dependiente del ayuntamiento de Priego de Córdoba. En este año junto con Fuente Tójar se separa de Priego de Córdoba formando término municipal y Ayuntamiento propios.
Museo Arqueológico Municipal
La Sala del Aceite aprovecha la antigua maquinaria de aceite del edificio,
mostrando a. la evolución tecnológica en la producción del aceite, los usos del
mismo, un recorrido ecológico por el olivar y un espacio dedicado a los
magníficos aceites de la comarca con la denominación de origen: Denominación de
Origen Priego (que engloba a los municipios de Almedinilla, Fuente Tójar,
Carcabuey y Priego).
En la Sala de la Cultura Ibérica se muestran objetos arqueológicos del
poblado del Cerro de la Cruz, destacando la cerámica rica en tipologías), los
utensilios de uso común, una rueda de carro o el armamento bélico.
La Sala de la Cultura Romana expone los materiales procedentes de la villa romana de El Ruedo, entre los que se encuentran objetos de uso doméstico, agrícola, instrumental médico, ajuares encontrados en la necrópolis, y sobre todo el conjunto escultórico que sorprende por su número y calidad, destacando como emblema del Museo la escultura en bronce del dios del Sueño Hypnos.
El Museo se complementa con una Sala de la Naturaleza y un recorrido
etnobotánico en un espacio de huerta donde se encuentran las principales
variedades de olivo de la comarca, con un huerto de experimentación para la
realización de actividades con escolares.
El entorno natural del Museo, en el paraje natural de Fuente Ribera, es un buen resumen de la relación del Hombre con la Naturaleza, un lugar de calma donde se mezcla el agua del río con la acequia, y la roca de la sierra con la cal de las calles, un lugar desde donde parten además rutas senderistas que te adentran en paisajes a la vez amables y bravíos.
La Villa Romana del Ruedo
La Villa romana de El Ruedo fue un asentamiento rural compuesto por una zona
productiva o Pars Rural y otra residencial, Pars Urbana, que reproduce la casa
acomodada que pudo haber en cualquier
ciudad de aquellas épocas.Dentro de la
vivienda residencial de El Ruedo, como en el resto de las casas romanas, el
espacio sagrado y el profano se mezclaban en la vida cotidiana, y así "el fuego
sagrado de la familia" era avivado con cultos familiares a dioses protectores
del hogar lares, y el culto a los antepasados.
La mayor parte de las esculturas encontradas en la villa romana de El Ruedo hacen referencia a la mitología grecorromana y a los cultos religiosos que poseían los habitantes de la Villa, cultos que reflejan el carácter sincrético de la religión romana: Dionysos, Venus, Hermafrodita, ocultos oficiales del Estado (como el culto al espíritu del emperador Domiciano), Lares y Hermae protectores del hogar, sátiros que habitan la Naturaleza como Sileno, dioses orientales como Attis, y la escultura en bronce del dios del sueño Hypnos.

Ruta facilitada por la Oficina de la Ruta Bética romana
Más información: http://www.beticaromana.org/