Montoro - Algallarín. Margen derecha Guadalquivir

Recorrido: Montoro, Algallarín

LongitudDuraciónDesnivelTipoDificultadA pieEn biciEn coche
longitudduraciondesniveltipo linealdificultad bajaruta a  pie posibleruta en bici no posibleruta en coche no posible
8,5 Km3 horasLinealBajaSiNoNo

Inicio: Localidad de Montoro.

Final: Municipio de Algallarín.

Distancia aproximada: 8,5 Kms.

Localización: Paralelo al margen derecho del Guadalquivir. Accedemos a la localidad de Montoro desde la autovía Madrid-Cádiz.

Puntos de avituallamiento: Municipios de Montoro y Algallarín.

Clasificación: Fácil. En época de lluvias podemos tener problemas en su final para cruzar el Arenoso.

 

 

Partiendo del Puente de las Donadas situado en el Municipio de Montoro tomaremos la carretera CO-414 que nos conduce a Adamuz. Paralelos al río Guadalquivir, deberemos llegar hasta el punto kilométrico 19, a unos 100 mts. tomaremos un camino de tierra que aparece frente a nosotros: punto donde comienza nuestra ruta.

En este punto, al igual que en el Puente de las Donadas, también encontramos la señalización de la Federación Andaluza de Montañismo del Sendero de Gran Recorrido — 48 (GR-48). Continuaremos por este camino, denominado “de las Viñuelas”, donde podemos observar, cómo las terrazas del Guadalquivir escoltan sus bordes tapizados por alguna que otra pita y pequeñas encinas.

Cruzaremos un pequeño arroyo, denominado “Del Judío” o “Santa Brígida”, con escaso caudal, pero con la suficiente generosidad para albergar un ecosistema ripario, donde mirlos y carboneros juguetean entre las adelfas y los tamujos. Un segundo arroyo (arroyo del Mohino), que serpentea entre pizarras y cantuesos nos marcará al cruzarlo el punto donde nuestra dirección vira al Noroeste, separándonos así del Río Guadalquivir, que hasta ahora nos había acompañado de forma paralela.

El camino desaparece y deberemos permanecer atentos a las indicaciones normalizadas y marcadas sobre el propio terreno, que con distintas formas y en bandas rojas y blancas corresponden a los senderos de Gran Recorrido y concretamente al nuestro (G.R.48) para tomar un sendero que asciende por entre las pizarras limitado en sus bordes por matorral. El sendero va tomando encanto a medida que ascendemos entre bellos empedrados de cantos de molinaza roja que contrasta con el verde del lentisco y los aladiernos. Continuamos subiendo hasta llegar a un imponente pino piñonero de unos 25 mts. de altura que otea majestuoso el valle del Guadalquivir y Montoro, desde la parte alta de nuestro sendero.

En el cruce de caminos señalizado y abandonando la calzada de molinaza roja deberemos tomar el de la izquierda, conocido como “Camino de la Loma del Barco”, en dirección suroeste.

A nuestra izquierda irá quedando el paraje de la “Atalayuela”, más conocido en la zona como “Atarayuela”, con el lagar y molino del mismo nombre, presidido por un eucalipto. Conforme continuamos nuestro itinerario avistaremos a lo lejos la vega ya lejana del Río Guadalquivir, incluso algunos pueblos como Algallarín y El Carpio mientras vamos descendiendo entre un paisaje de olivar y un camino que ha sido empedrado arduamente con cantos rodados en las pendientes más acusadas. Un poco más adelante y junto a un gran tronco en el suelo tenemos una de las más bellas panorámicas de nuestro recorrido, aquí nos detendremos para divisar al norte el valle del Río Arenoso que se pierde por las estribaciones de Sierra Morena entre sus dos puentes y, a los lejos, al oeste, el pueblo de Adamuz.

Siguiendo nuestro itinerario pronto encontraremos la “Casa de la Loma del Barco”, un antiguo caserón que se alza en un punto estratégico y que conserva en parte la arquitectura típica de los lagares de la zona. De vez en cuando, al borde de nuestro camino van apareciendo “paerillas” de piedra molinaza, construcción típica y artesanal que separa propiedades y que evita la erosión en las laderas, con una importancia también ecológica ya que sobre ellas se anclan un sinfín de matorrales (mirto, lentisco, coscoja, labiérnago, lavanda ...) conformando la estructura lineal del lindón.

En la leve penillanura, la presencia de almendros y encinas dispersas limitando el camino, se hace más común, sin olvidar toda una corte de plantas aromáticas como el cantueso. De esta manera llegaremos a uno de los parajes de mayor interés natural de nuestro recorrido: “La dehesa de la Cejuela”. Es singular la presencia de esta peculiar dehesa en la zona, aquí podremos detenernos para deleitarnos con el canto de multitud de pájaros, entre los que destacan los páridos (carboneros y herrerillos), y asombrarnos con el porte de las encinas. El paraje, adehesado en la vega, por inusual, eclipsa al caminante.

Acto seguido bajaremos una pendiente, dejando un caserío derruido a la izquierda (Casa de la Cejuela), hasta llegar a la orilla del Río Arenoso que cruzaremos en un vado, girando hacia la izquierda paralelos a él.

La vegetación en esta zona es la típica de ribera con álamos blancos, fresnos y tarajes. El espectáculo en otoño es de gran belleza y pisar las hojas resulta una terapia tan relajante como seductora. En esta época, también es común en la zona la recolección de la exquisita seta de chopo. Los pequeños mamíferos como el lirón careto o el erizo se afanan por recolectar alimento antes del invierno.

El camino continua discurriendo paralelo al Río Arenoso buscando su desembocadura con el Río Guadalquivir. En este punto nos apartaremos de la ribera hacia la derecha hasta la “Casa del Vado Alto”, que nos llevará a conectar con la carretera junto al arroyo Pajarejo, desde donde nos podremos dirigir hacia la izquierda al encuentro con el municipio de Algallarín, pueblo creado en los años cincuenta por el Instituto Nacional de Colonización, en una antigua dehesa que perteneció a los frailes de San Jerónimo. Algallarín, que está construido en el estilo arquitectónico que ha venido llamándose de colonización, al igual que San Antonio y Maruanas, se presenta ante nuestros ojos como un pueblecito de casas blancas y calles tranquilas, que parece hecho a medida para el reposo del viajero y donde finalizaremos nuestra ruta.

 

Ruta facilitada por la Mancomunidad de Municipios del Alto Guadalquivir Alto Guadalquivir

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